martes, 28 de diciembre de 2010

Sueño indescifrable en dos actos

René Valdés (2010)

Acto I:

(A mi fantasma)


(Anoche no pude dormir pensando en tu sueño)


Hola, ¿qué me cuentas?

¿Sólo sonríes sin decir nada?.

Eres aquél fantasma que perturbaría mi realidad, mi vida.


¡No seas así, déjame en paz!

¿Qué harás? ¿Destrozar mi corazón?

Si lo haz hecho pedazos ya,

¿no te remuerde la conciencia?

Me heriste ¿sabes? Y hoy me buscas.


¿Qué quieres? Vete.


Me levanto rechazándote

y tu sombra me sigue como aquel ayer

en que deseaba vivir en ti, morir por ti.


Me sigue a donde voy, a tomar café, a respirar el anochecer,

A escuchar Jazz, aquel barroquismo que alimenta mi locura.


(¡Bolling me está matando!).


Tú sigues ahí, quieta, apacible,

Mirándome con dulzura, con lástima y a la vez con desprecio.


¡No me mires así, te los suplico!

Mis entrañas se cansaron de sangrar.


Sigues mirándome. No sé qué hacer.

Morir sería lo más fácil y lo más cobarde.


¿Te vas? ¡es tu costumbre!, sólo dices “adiós”

sin un gesto de piedad.


Acto II:

(A mi fantasía)


¿Te cuento mi sueño?


Anoche se esfumó el fantasma en mi cabeza.

Esa pequeña voz dulce que amainaba mi tranquilidad.


No pude conciliar el sueño

por el temor de verla en mi cabecera.

Pero mi sorpresa es que no era mi fantasma,

eras tú.


Un sueño, mi sueño,

que pedía bailar un vals,

ese vals cadente con el que Silvio soñó.


Y ahora estás ahí.

Me llenas de tranquilidad ¿sabes?


Comprendo que sólo existe el hoy

que muere a cada instante para dar vida

a un mejor momento.


Pero ¡cuéntame!. ¿Cómo estás?

Te noto tranquila, esbelta, segura.

Volteas tu mirada hacia mi. ¡No sé!

No la puedo interpretar,

se lo dejaré al tiempo

que es más sabio que yo.


Mi herida está sanada ¿puedes ver?

disculpa si desnudo mi alma frente a ti.

Puede parecer muy atrevido,

pero no lo sé hacer de otra manera.


Me vuelves a mirar con esos ojos

misteriosos e indescifrables.


Estoy tranquilo. ¿Qué harás?


Se respira silencio,

ese misterio impertinente

que invita al espíritu a seguir luchando.


No hay duda, lo haré.

Sueño



René Valdés 2010
(A mi fantasía)

Cuando la realidad me rebasa,
Mi mente se eleva en la profundidad
del deseo.

Dejo de ser, comienzo a sentir.
Sin ser lo que veo,
Me convierto en lo que Imagino.

Pero, ¿será real?

Si el dogma, (aclaro: dios) se materializa
en la devoción del feligrés,
el sueño se materializa en la mujer.
Aquella música que embeleza mis oídos
y ensancha mi imaginación. Re-crea mi deseo.

¿Existirá? No lo sé.

Pero me lleva por el universo de lo imaginable,
Por una gran nube de ansiedad, de nerviosismo,
y así, extasiado de su divinidad, la veo,
bella, cautelosa, fina, inteligente.

Es cuando la Historia se inclina ante su belleza,
Y dios se desecha en el dogma.
Derrotado, le sede su lugar.

Y al final, la realidad regresa.