martes, 3 de septiembre de 2013

ALMAS GEMELAS


René Valdés G. (2013)
(A una porteña)

Ahora lo sé,
existen las almas gemelas,
sus espíritus son fraguados
en el mismo molde.

Congenian, cantan, bailan.
No les importan los aquelarres
porque la oscuridad
no existe en sus pensamientos.

Su afinidad los hace anacrónicos
en su propio tiempo.
Son de otro tiempo
y espacio. 
Así es como se reconocen. 

Están ahí, mirándose,
contemplándose, sonriendo.

Divertidos con sus locuras,
que muy pocos entienden,
viven un pequeño instante
en la vida que para ellos es eterno.

Y el cariño se hace indescriptible.

Es una historia de amor verdadero,
porque no está manchado con el
dulce veneno del sudor,
ni con el néctar de la carne.

Comparten algo más puro que 
el deseo o el romance,
con más pasión que un tango 
tocado en bandoneón.

Es la satisfacción de verse a los ojos, 
abrazarse y decirse al unísono:

"Oye che, ¿Querés mate?"



lunes, 15 de agosto de 2011

Distorsión



René Valdés G. (2011)
(A mi realidad)


Y yo?
Ciego, mudo,
con los labios cocidos o cosidos,
mudo, ciego,
con la vista llena de fantasmas,
de ironías, de paradojas,
y el alma llena de telarañas.

Llegaste para irte
y pensé que te quedarías.
Pensé, no pensamos,
Sentí, no sentimos.


Y al final y como siempre
fue un sueño imposible,
un anhelo roto en vigilia constante,
hasta la noche que decidiste
dejar de no ser y verme de frente,


Y decirme:

seamos los dos,

Sólo amigos.

sábado, 9 de julio de 2011

Conformismo (Si estuvieras aquí)

René Valdés (2011)

a Adriana Lezama


Si estuvieras aquí

me conformaría con verte.

observar tus ojos castaños y cautelosos,

tu cabello que cae suavemente

sobre tu piel tan mía, tan sin mí.

Observaría tu sonrisa tímida y sincera

que me dice tantas cosas,

y que calla con un delicado afán de ser

sin atreverse a ser.


Si estuvieras aquí,

me perdería en tu mirada

desconfiada y dominante,

que muestra tu alma y su búsqueda,

la incesante necesidad de volar

y decidir, e ir a ti misma, vivir en ti misma.

Evades la responsabilidad de ser

tal vez por miedo a descubrirte,

a conocerte, a sentirte.

Siéntete, descúbrete, conócete sin timidez.

Desnuda tu alma a ti misma y verás

la maravilla de tu ser.


Si estuvieras aquí,

me perdería en la visión

divina de tu cuerpo,

manantial de deseos que a los ángeles

tanto insultan.

En tu aroma a pureza,

sutil esencia que dios te ha dado

para saciar mi sed de ti,

aunque sólo sea una imagen.


Si estuvieras aquí, créeme,

no me conformaría con sólo verte.

jueves, 21 de abril de 2011

Respuesta a una pregunta pre-mortem: ¿A dónde vas?





René Valdés Guadarrama
(A quien corresponda)

Donde el tiempo no sucede,
no existe,
donde el instante dura la eternidad,
donde lo más importante es el aquí y el ahora.

Donde no existe odio ni envidias,
donde no existe el dinero
corruptor de esencias humanas,
donde sólo existe el amor
entre hermanos y la ayuda mutua,
donde el deseo se expresa
sin complejos ni prejuicios.

Donde viven los hombres verdaderos,
no los arrogantes fanáticos de los efímero.

Donde la palabra utopía significa verdad,
donde no hay pobres ni ricos, sólo personas.

Donde debí siempre estar.

A la nada, sobre la nada, siempre bajo la luna.

lunes, 10 de enero de 2011

Realidad


René Valdés (2011)
(A mi enemigo más cercano)

Ayer, aquí, en la noche.
Me sigo buscando, ¿quién soy?
Frente al espejo pensé la respuesta.

Mi rostro enseña las marcas de la realidad,
mas no de la verdad. ¿Estaré ciego?
No veo más allá que la condición
de mis limitaciones y miedos.

Si existiera dios, seguramente
dudaría en darme una respuesta,
en manifestarse, en verme, en escucharme.
Como las instituciones, tampoco escucha.

Pero no es culpa de dios,
absurdo es siquiera pensarlo.
Soy el que no se ve, el que no se escucha.
Mi cobardía me hace sentirme apabullado
ante la realidad inminente de mi fracaso.

martes, 28 de diciembre de 2010

Sueño indescifrable en dos actos

René Valdés (2010)

Acto I:

(A mi fantasma)


(Anoche no pude dormir pensando en tu sueño)


Hola, ¿qué me cuentas?

¿Sólo sonríes sin decir nada?.

Eres aquél fantasma que perturbaría mi realidad, mi vida.


¡No seas así, déjame en paz!

¿Qué harás? ¿Destrozar mi corazón?

Si lo haz hecho pedazos ya,

¿no te remuerde la conciencia?

Me heriste ¿sabes? Y hoy me buscas.


¿Qué quieres? Vete.


Me levanto rechazándote

y tu sombra me sigue como aquel ayer

en que deseaba vivir en ti, morir por ti.


Me sigue a donde voy, a tomar café, a respirar el anochecer,

A escuchar Jazz, aquel barroquismo que alimenta mi locura.


(¡Bolling me está matando!).


Tú sigues ahí, quieta, apacible,

Mirándome con dulzura, con lástima y a la vez con desprecio.


¡No me mires así, te los suplico!

Mis entrañas se cansaron de sangrar.


Sigues mirándome. No sé qué hacer.

Morir sería lo más fácil y lo más cobarde.


¿Te vas? ¡es tu costumbre!, sólo dices “adiós”

sin un gesto de piedad.


Acto II:

(A mi fantasía)


¿Te cuento mi sueño?


Anoche se esfumó el fantasma en mi cabeza.

Esa pequeña voz dulce que amainaba mi tranquilidad.


No pude conciliar el sueño

por el temor de verla en mi cabecera.

Pero mi sorpresa es que no era mi fantasma,

eras tú.


Un sueño, mi sueño,

que pedía bailar un vals,

ese vals cadente con el que Silvio soñó.


Y ahora estás ahí.

Me llenas de tranquilidad ¿sabes?


Comprendo que sólo existe el hoy

que muere a cada instante para dar vida

a un mejor momento.


Pero ¡cuéntame!. ¿Cómo estás?

Te noto tranquila, esbelta, segura.

Volteas tu mirada hacia mi. ¡No sé!

No la puedo interpretar,

se lo dejaré al tiempo

que es más sabio que yo.


Mi herida está sanada ¿puedes ver?

disculpa si desnudo mi alma frente a ti.

Puede parecer muy atrevido,

pero no lo sé hacer de otra manera.


Me vuelves a mirar con esos ojos

misteriosos e indescifrables.


Estoy tranquilo. ¿Qué harás?


Se respira silencio,

ese misterio impertinente

que invita al espíritu a seguir luchando.


No hay duda, lo haré.

Sueño



René Valdés 2010
(A mi fantasía)

Cuando la realidad me rebasa,
Mi mente se eleva en la profundidad
del deseo.

Dejo de ser, comienzo a sentir.
Sin ser lo que veo,
Me convierto en lo que Imagino.

Pero, ¿será real?

Si el dogma, (aclaro: dios) se materializa
en la devoción del feligrés,
el sueño se materializa en la mujer.
Aquella música que embeleza mis oídos
y ensancha mi imaginación. Re-crea mi deseo.

¿Existirá? No lo sé.

Pero me lleva por el universo de lo imaginable,
Por una gran nube de ansiedad, de nerviosismo,
y así, extasiado de su divinidad, la veo,
bella, cautelosa, fina, inteligente.

Es cuando la Historia se inclina ante su belleza,
Y dios se desecha en el dogma.
Derrotado, le sede su lugar.

Y al final, la realidad regresa.